Seguro que alguna vez has oído hablar de flores secas o flores preservadas, pero ¿sabes realmente cuál es la diferencia entre ellas? A menudo, la gente utiliza estos términos de manera intercambiable, pero en realidad hay una gran diferencia entre ambas. Si no sabes cuál es, tranquila, en este post resolveremos todas tus dudas.
¿Qué son las flores secas?
Está claro que la opción preferida de todos siempre son las flores naturales, pero a la vez nos da rabia que duren tan poco. Es por ello, que, hoy en día, existen muchas técnicas para poder conservar por más tiempo nuestro ramo. Entre ellas el secado de forma natural.
Las flores secas, como su nombre indica, son flores naturales que han sido deshidratadas, dejándolas secar al aire libre o con una máquina específica y, por lo tanto, no contienen agua. Estas flores suelen ser mucho más frágiles y delicadas que las frescas.
A pesar de esto, cabe destacar que una de sus principales ventajas es que tienen una vida útil mucho más larga que las naturales. Suelen durar en perfectas condiciones unos 3 o 4 años. Pasados estos años se recomienda cambiar el ramo, ya que no estará en perfectas condiciones y habrá perdido color. Sin embargo, estos ramos secos, pueden llegar a durar hasta 10 años, a pesar de que, como dijimos, al 3º o 4º año ya vaya perdiendo su belleza.
Además de esto, estas flores mantienen el olor de las frescas de forma más intensa y por más tiempo que en el caso de las preservadas.
¿Qué son las flores preservadas?
Las flores preservadas no son flores secas, ya que el tratamiento de secado no tiene nada que ver con las anteriores. Se trata de flores 100% naturales que han sido tratadas con un proceso químico especial para conservar su forma, color y textura.
En apariencia, al contario que las anteriores, quedan igual que las naturales. De hecho, se conservan tiernas y conservan algo de olor, además de no necesitar agua.
Su principal desventaja es que no hay tanta variedad en el mercado como las naturales, puesto que no todas las flores pueden someterse a este proceso. También, otra pega que tienen es que suelen ser mucho más caras que las frescas y que las anteriores. Igual que las anteriores, siguen siendo ramos muy duraderos de los que apenas te tienes que preocupar por mantenerlos, pero el tiempo de vida es algo más corto.
Ambas opciones tienen infinidad de usos. Desde crear ramos, decorar rincones de tu casa, hacer coronas y tocados, e incluso ramos de novia si eres de las que se lo quiere llevar de recuerdo. Se pueden trabajar individualmente o mezclados. Hoy en días es común encontrar ramos de flores secas y preservadas mezcladas, puesto que permiten un mayor abanico de opciones.
Cuidados de estos dos tipos de flores
Como hemos dicho, una de las principales ventajas de ambos tipos de flores es que casi no necesitan cuidados. Te puedes olvidar por completo de cambiarles el agua cada poco tiempo o de ir cortándole los pétalos que ya no están en perfectas condiciones o que se han caído.
A pesar de esto, te dejamos unos trucos que son necesarios para poder conservar tu ramo de flores secas o preservadas para que se mantenga bonito por más tiempo:
- Lo ideal es que el sol no le dé directo, ya que pueden decolorar tu arreglo floral.
- Es recomendable evitar colocarlo en un sitio muy húmedo.
- De vez en cuando, limpiar, con delicadeza, el polvo que puedan tener. Una buena opción es hacerlo con un plumero o con un secador a baja potencia.
Ahora que ya sabes las diferencias entre flores secas y flores preservadas, ¿cuál escogerías, frescas o una de estas dos opciones de las que hemos hablado? Nosotras reconocemos que somos demasiado amantes de las flores frescas por sus colores, aroma y belleza, pero reconocemos que las otras dos son una muy buena opción para aquellas personas que buscan algo más duradero y que no requiera mucho mantenimiento. Sea cual sea tu elección, no olvides echarle un vistazo a nuestros arreglos florales o contactar con nosotras si necesitas que te aconsejemos, ya sea para tu evento o para crear el ramo perfecto para ti.